Del hecho de estar confinados en nuestros domicilios debido al estado de alarma por el coronavirus, prevista inicialmente para quince días, pasarán cosas, muchas cosas. Aquellas y aquellos que nos dedicamos a la sociología y a la gestión de conflictos sabemos que uno de los factores que predispone a que pasen cosas, positivas y negativas, es cuando la gente convive a pocos metros de distancia los unos junto a los otros en el día a día.
La situación de alarma actual es realmente excepcional, extraordinaria, y por este motivo se hace difícil encontrar casos similares y en sus consecuencias. Sin embargo, de entrada me vienen a la cabeza dos casos de ámbito relacional, un excepcional y otro cotidiano, que afectan a la pareja, uno más positivo, por sus efectos demográficos, y otro menos, por las consecuencias familiares, y que nos pueden ayudar a atender las cosas que pueden pasar. En ambos casos tenemos datos.

Imaginen que puede pasar en nuestro país, teniendo en cuenta que el confinamiento de entrada no será de 12 horas, sino de 30 días, es decir, con 720 horas. Vaya por delante que durante este confinamiento disfrutaremos del servicio de electricidad en condiciones normales y tendremos acceso a la televisión, al móvil, a las tabletas y a los ordenadores, es decir a las redes sociales digitales y plataformas de pago donde podemos seguir la actividad de otras personas y de una batería de películas y series que nos animarán las horas de confinamiento. Pero la oferta es finita y por este motivo soy consciente de que habrá tiempo para hacer otras cosas, como por ejemplo, el amor, y por eso no descarto un incremento de nacimientos dentro de nueve meses, tal como ocurrió en nueva York hace más de cincuenta años atrás.

Parece que los próximos días de confinamiento darán pie para aflorar estos conflictos, pero también nos ofrecen la oportunidad para aprender a abordarlos con la voluntad de acercarnos y de encontrar juntos opciones de vida de pareja más allá del distanciamiento y la separación, y para revisar y recuperar sus aspectos positivos de la relación, aquellas cosas que hicieron enamorarnos de esa persona.
Al fin y al cabo, esta crisis nos está demostrando que lo más importante que tenemos es nuestra vida y el tiempo que pasamos en este mundo solos o mejor acompañados.