A esta conclusión llegan los estudios que han tratado de comprobar si hay alguna relación entre los videojuegos agresivos y la violencia social.
A raíz de la matanza de 17 estudiantes en el instituto Marjory Stoneman de Parkland (Florida) el pasado 14 de febrero,
Donald Trump relaciono los videojuegos violentos con este ataque. El presidente de Estados Unidos se reunió días después de esa tragedia con responsables de la industria de esos videojuegos para informarles de que había llegado a la conclusión de que
los videojuegos violentos tenían mucha parte de culpa de esa matanza. Donald Trump justificó en ese encuentro su particular teoría en el hecho de que el autor de los 17 asesinatos, Nikolas Cruz, era un asiduo consumidor de ese producto.
En el artículo publicado en "La Vanguardia" que lleva por título
"Los videojuegos violentos no fabrican asesinos",
se da a conocer el conjunto de estudios realñizados desde la década de los setenta a hasta ahora que muestra que no se puede establer relación entre la violencia de los videojuegos y la agresividad de los individuos en sociedad.