Hoy vemos a Fernando Alonso y Ron Dennis fotografiándose como amigos de toda la vida. Hace tiempo se reconciliaron. Pero en la temporada 2007 hubo cúmulo de tensiones y conflictos que abrieron un profundo cráter de grandes dimensiones en su relación profesional.
Faltaba la última parada de boxes para ambos. Alonso entro primero en el último cambio de gomas. Una vez realizado, el mecánico levantó a Alonso el ‘marcador’ con la luz verde para que saliera a la pista. Alonso se mantenía quieto. Hamilton acababa de parar detrás. Alonso miró por el retrovisor y no se movió del sitio. Pasaban los preciados segundos para volver a pista y realizar una última vuelta que permitiera conseguir la 'pole', el primer puesto, en la clasificación. Hamilton se volvía loco dentro de su coche. Movía los brazos de foma enérgica, como hacía sólo unos minutos antes lo había hecho Alonso ante su desobediencia y contra el muro. Por la radio del equipo, el británico lanzaba tremendos reproches a su jefe de equipo y principal valedor en su carrera profesional hacía la Fórmula 1, Ron Dennis.
En la rueda de prensa posterior, Ron Dennis prohibió a Alonso hacer ningún comentario. El jefe de equipo respondería a todas las preguntas de la prensa. Alonso no abrió la boca, pero se trajo una manzana que estuvo devorando durante toda la rueda de prensa. A Dennis, que los pilotos comieran en público y que rompieran las reglas de buena conducta que él había impuesto, le volvía loco. Así que el jefe de equipo tuvo que aguantar que Alonso comiera frente a los periodistas y las cámaras de las televisiones, con la tensión que esto le provocaba; y Alonso tuvo que callar por órden de su jefe y controlar sus emociones frente a la desobediencia de Hamilton respecto a las reglas del equipo.
Especialistas en la resolución y gestión de conflictos deportivos.
Artículo publicado en la revista Iusport el 3 de febrero de 2021
Partido Almería-Osasuna de la eliminatoria de la Copa del Rey. Miércoles 27 de enero de 2021. 90 minutos de juego y 30 de prórroga, el marcador sigue con empate a cero. Lanzamiento de penaltis. Jaime Latre es el árbitro. Llama a los porteros de los equipos para hablar bajo la portería donde se lanzarán los penaltis: - "Señores, déjenme que les explique cómo funciona la norma respecto al movimiento de los porteros en el lanzamiento de los penaltis. Supongo que la saben, pero quiero recordarla para su buen funcionamiento. El portero puede moverse dentro de la portería, pero no puede superar la línea de gol, hasta que el jugador haya lanzado el balón. ¿Me he explicado bien? ¿Sí? Adelante y suerte."
Después del éxito de la 1ª Jornada de Deporte, mediación y gestión de conflictos, organizada el año 2016, se convoca esta segunda jornada para abordar los conflictos detectados con más datos, aportaciones teóricas, estudios, puntos de vista y proyectos sobre el deporte, la mediación y la gestión de conflictos.
En la intervención de Xavier Pastor se comentaron las grandes posibilidades y necesidades actuales que hay para la gestión de éstos y otros tipos de conflictos deportivos, en concreto en los clubes y en los equipos, entre los entrenadores y los padres y madres de jugadores y jugadoras, y en dónde la acción educativa debe ir a la par que la competitiva.
El Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona organiza el 29 de septiembre de 10 a 14 horas en la sede del colegio una jornada con un objetivo doble:

Y ustedes me dirán, ¿y que tiene que ver este proyecto con el deseo mencionado? Mucho. Me explico. Cada vez los niños y las niñas pasan más horas en los clubes deportivos. La actividad física ocupa más tiempo de los niños y jóvenes, pero también de los padres y de las madres. Estos últimos son una pieza clave, porque son los encargados de llevar a los niños y niñas a entrenar y a los partidos, convirtiéndose en aficionados. Su comportamiento es clave para sus hijos y también para otros padres y madres para saber cómo actuar correctamente en un campo de fútbol. Hay que tener en cuenta que nunca nos ha enseñado a hacer esto y que hemos hecho lo que hemos visto. Así, desgraciadamente, a menudo oimos gritos de presión de los padres hacia los niños y niñas, insultos hacia los árbitros y a veces vemos discusiones entre padres y madres de distintos equipos que acaban con agresiones. Triste, pero real. Violencia de baja intensidad que los niños y las niñas presencian, que no se sanciona y que se adopta como algo normal.
Unos cuantos escalones más arriba encontramos los seguidores de equipos de fútbol que se visten, actúan y hablan de manera agresiva en los campos de fútbol: mofándose de los jugadores adversarios, insultando al árbitro y los miembros de las otras aficiones, hecho que provoca discusiones y peleas. A menudo vemos como estos grupos deben ser escoltados por la policía hasta la entrada del campo para evitar agresiones con aficionados del equipo contrario. Y a veces tampoco se puede evitar, con trifulcas, apuñalamientos y muertos.